lunes, 16 de marzo de 2015

DESIGUALDADES COMO FACTOR DE RIESGO


Las desigualdades en la distribución de la riqueza, así como el acceso a los recursos sanitarios se reflejan en los resultados de salud.
En la mayoría de los países, la gente que tiene un estatus socio económico bajo, y aquellos que viven en comunidades pobres o marginales, tienen más riesgo de morir de enfermedades no transmisibles.
Si bien factores de riesgo como el tabaco, la hipertensión arterial, la obesidad y otros factores se asocian al nivel económico, las desigualdades sociales suman en más de un 50% este riesgo, especialmente en enfermedades cardiovasculares y cáncer de pulmón
En países subdesarrollados y en aquellos en que el acceso a la salud es complejo, esta diferencia es aún mayor. 
Una Atención Primaria de calidad es probablemente el mejor medio para conseguir intervenciones de prevención, diagnostico temprano y tratamiento mejorando la desigualdad, dentro de un sistema de atención universal a la población y tratando de evitar la "ley de cuidados inversos" (definida en 1971 por J. Tudor Hart como la relación inversa entre la necesidad de atención médica y la recibida).
Cuanto menor es la desigualdad social, mejor es el clima de confianza y mayor la cohesión social  más elevadas las tasas de esperanza de vida. Una alta exposición a las leyes de mercado de los sistemas sanitarios aumenta los riesgos de la ley de cuidados inversos.
En el proyecto MEDEA pueden verse los datos del atlas de mortalidad y desigualdades económicas de la comunidad de Madrid.
Como siempre, es muy importante trabajar en los factores de riesgo, para disminuir la enfermedad.

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